Convirtieron tierras estériles en productivas

Esta empresa asociativa, compuesta en su mayoría por descendientes lencas, cambiaron su entorno de una eminente migración de su gente, por la falta de esperanza y pobreza extrema, para convertirse en generadores de fuentes de empleos y productores y comercializadores de hortalizas.

Choluteca 28 de septiembre de 2021. Corral de Piedra, es una comunidad del municipio de Marcala, en La Paz, que solía ser un lugar de tierras áridas, rocoso y sin agua, ni para el consumo humano.
Sus hombres recorrían más de 2 horas para cultivar maíz de consumo personal en tierras menos inhóspitas, por las que pagaban alquiler, aunque la cosecha se malograra. Sus mujeres salían en grupos para ir a lavar al rio más cercano que les quedaba a hora y media. Por su parte, los jóvenes solo tenían la opción de migrar si querían tener un futuro diferente.

La llegada del proyecto de asistencia social, Nuestras Raíces, fue bien recibida por la comunidad, y al organizarse como grupo indígena LENCA, fueron beneficiados con un capital semilla de 65 mil lempiras con la que formaron la Caja de Ahorro Acción Lenca. El sacrificio y gran esfuerzo autoimpuesto por cumplir las metas exigidas lo convirtieron en un candidato para un distrito de riego, con lo que solventarían la escasez de agua.

Ante este logro el grupo se fortaleció a un más e invitaron a otros pequeños productores agrícolas de subsistencia, para que se integraran y poder ejecutar el proyecto de cultivo diversificado de hortalizas, convirtiéndose en los proveedores para el Banco Mundial de Alimento en la elaboración de 4,500 raciones de la merienda escolar de niños y niñas de las zonas aledañas.

Los entes financieros encontraron viable hacer negocios con esta empresa asociativa, logrando materializar importantes préstamos que vigorizó aún más la parte productiva al utilizar tecnología de cultivo, construyendo macro túneles de clima controlado. Hoy son productores orgánicos de tomate manzano, tomate pera y chile marrón, chile natali, lechuga, rábano, habichuela, remolacha, cebollines, pataste, entre otras, y sus productos tienen gran demanda en el mercado, con lo que generan más de 30 empleos directo y más de 80 indirectos, y así convirtieron tierras estériles en productivas y fuente de bienestar económico para sus familias.